lunes, 14 de mayo de 2007

Réquiem for the past

"Tropezamos con algunos que niegan radicalmente todo impulso con matiz sexual; que evitan la sociedad de personas de su propia edad; renuncian a participar en toda clase de recreaciones y, llevados por un verdadero "puritanismo", rechazan ocuparse de todo cuanto se vincule con el teatro, la música o el baile [...] Pero empezamos a inquietarnos cuando el renunciamiento se extiende a cosas inofensivas y necesarias. Por ejemplo, cuando se niegan la más común proteccion contra el frio, se mortifican la carne de todas maneras posibles, y exponen su salud a riesgos innecesarios; cuando no solamente abandonan particulares especies de placer oral, sinó que "por principios", también reducen al mínimo su alimentación diaria, se obligan a madrugar luego de haber sido afecto a noches de largo y profundo sueño; cuando len repugna reir o sonreír, o cuando en casos extremos, difieren el defecar y el orinar el máximo de tiempo posible en razón de que no deben ceder inmediatamente a todas sus necesidades físicas.[...] Exhiben un insaciable deseo de meditar, sutilizar y platicar alrededor de temas abstractos. Muchas amistades de esta época se basan y mantienen en esta común necesidad de meditar y discutir tales problemas de gran fuste que tratan de resolver.
Por lo común discurren sobre el amor libre, el matrimonio, los fundamentos de la vida familiar, la libertad, la vocación o la bohemia, o se afanan sobre conceptos de orden filosófico, como la rebelión versus sometimientos a la autoridad y la amistad misma en todas sus formas. Si examinamos los diarios apuntes de los adolescentes, no solo quedaremos extrañados de la ilimitada amplitud y libertad de pensamiento, sino, también, por el grado de empatía y comprensión que revelan, por su aparente superioridad y, en ocasiones, por su ingenio en el trato de los más arduos problemas."

Se trata de un fragmento del libro de Anna Freud que (a veces por desgracia, a veces por suerte) tengo la obligación de leerme antes del día 25 de este més.
Habla sobre los adolescencia, y no se si me pillaría en un estado de vulnerabilidad combinado con una facilidad extrema para la identificación pero sentí que muchas de las cosas que creía solo sabía yo, estaban escritas de forma generalizada en un libro editado en 1936. Hace más de 70 años.
Esto ha hecho que yo me haga dos preguntas: ¿Realmente ya no somos adolescentes y hemos alcanzado la adultez? ¿Realmente queremos "madurar" y dejar esa "dura etapa" de la vida atrás?
No sabría qué contestar a ninguna de las dos.

1 comentario:

Zowee dijo...

Pues no se decirte. Yo diría que estamos en una nueva etapa, pero no creo q seamos todavía adultos.
Vaya post, te me estas volviendo muy profundo, a ver kuand nos deleitas cn esos tan graciosos!!!!
Besos!